Mármol, término procedente del vocablo latino marmor, es una roca metamórfica que se desarrolla a partir de piedras calizas cristalizadas. El carbonato cálcico es su componente principal.
Cuando las piedras calizas se encuentran a alta presión y temperatura elevada, se cristalizan. Así empieza a desarrollarse un proceso de metamorfosis que, con la intrusión de otros elementos, va dando color y modificando la composición del mármol, que se caracteriza por su textura compacta y por el brillo que alcanza a partir del pulimento.
Lo habitual es que el mármol sea combinado con otras sustancias para crear líneas o motas o dotarlo de distintas tonalidades. Así, gracias a sus cualidades estéticas, el material se emplea en el terreno de la decoración, la construcción e incluso el arte.